Bueno, pues tras una larga temporada sin jugar al Requiem hace poco he tenido la oportunidad de volver a probarlo. Mi historia con él es agridulce, por ser el asesino de la La Mascarada, pero no he venido aquí a hablar de eso.
El máster era primerizo: tiene poca experiencia como jugador y ninguna como director. Sin embargo, se comportó como todo un veterano; el juego fue fluido, las situaciones realistas y naturales, los antagonistas creíbles y la historia interesante.
Si bien pecaba un poco de "haced esto por la fuerza", no se le puede echar en cara. Básicamente se nos pide ayuda para averiguar qué está ocurriendo en un principado y, de paso, poner cebos de anexión.
Lo que en un principio iba a ser una misión encubierta pronto se da la vuelta, porque uno de nuestros personajes es prácticamente una celebrity vampírica. Dos de los otros personajes (incluido yo) damos el contrapunto, pues somos bastante poco civilizados.
Fue una partida corta pero intensa, una buena puesta en escena. Según continuemos iré relatando las aventuras de mi vampiro finlandés cazacomunistas (que así dicho suena muy, muy raro).
Hace mucho que no juego al Requiem. De hecho lo manejo mucho menos que la Mascarada, aunque me haya gustado también bastante. Lo último que hice fue dirigir una patida en un setting inventado, una ciudad maderera en Maine a lo Twin Peaks, con un príncipe del Círculo de la Bruja y muchos misterios en torno a los bosques centenarios que la rodeaban.
ResponderEliminarPues así dicho tiene buena pinta. Si algún día te animas puedes colgar el trasfondo, para que algún máster avispadillo lo recoja y tenga un buen escenario :)
ResponderEliminarEl máster primerizo se alegra y ha de añadir que tanto este blog como su autor han sido y están siendo de mucha ayuda para cualquiera que quiera intentar ponerse al otro lado.
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