Hace tiempo, como jugador novato, me hacía personajes absolutamente carentes de carisma, mezclas entre yo mismo y algún personaje al que idolatrara. Huelga decir que estos híbridos rara vez eran recordados por el público; no se trataba más que de sueños húmedos de adolescente que cree que los vampiros tienen que ser guays y melodramáticos.
Por ello, mi primer consejo es: no os interpretéis a vosotros mismos. Es un aburrimiento. Si, por ejemplo, te consideras "honorable, amigable y severo ante la injusticia" no te hagas un paladín legal bueno. Dale una oportunidad al hechicero caótico neutral, o al gangrel que tiene que matar para vivir. El verdadero reto de la interpretación es comportarse como lo haría otro, no un clon de ti que cumpla los sueños que tú no puedes en la vida real. Además suele ser humillante cuando los dados no acompañan.
"Vamos, di aquéllo de "quiero ser como Neo en Matrix". Me pica el dedo del gatillo"
El segundo es que no clonéis a un personaje famoso. Apesta. "Yo quiero ser Lestat" es sinónimo de aburrimiento para el máster, además de que sabe por dónde pillarte en todo momento. Y tus compañeros de rol quieren (normalmente) algo distinto, fresco, y no lo que han visto y leído mil veces en películas y libros.
Y por favor, cambia de personaje. Detesto ver que hay gente que partida tras partida sigue haciéndose el mismo. No sólo los puntos de la ficha, sino el nombre y comportamiento son iguales. Como jugador me harto mucho de compañeros así, porque no añaden nada al juego. Y empezar pensando "otra vez el mismo..." no es buena forma de empezar. Otra cosa es que tengas distintos grupos y pruebes un personaje que te haya gustado en ambos, no hay nada censurable en ello; pero sabéis a qué me refiero con el caso principal.
Intenta que tu personaje tenga carisma. Para esto no hace falta que sea un playboy con una frase ingeniosa siempre a mano; Lobezno es un puto antisocial y es bastante carismático. Me refiero a que los demás recuerden a tu personaje, a que quieran jugar junto a él porque tenga atractivo. Por ejemplo, prepárate un par de frases antes de la partida (si no eres muy ingenioso) y espera al momento oportuno para soltarlas, sin forzar nada. O haz que tu personaje tenga alguna característica memorable, como ser un vampiro que ofrece caramelos justificándose en plan "eh, sólo quiero hacerte la vida más dulce". Pero como siempre, con mesura. Darle un caramelo al príncipe MEEEEEEEC, dar un caramelo a todo el que pase por la calle MEEEEEEEC. Dejarle un caramelo encima de los billetes a la prostituta que has pagado para alimentarte WIN, detalle narrativo molón.
Lobezno se acaba de enterar de que no quedan puros en el estanco.
Lobezno se acaba de enterar de que no quedan puros en el estanco.
Haz una historia. POR FAVOR. La gente no aparece por generación espontánea con 30 años cumplidos, menos aún personajes de rol, que se suponen especiales por algún motivo. Cuando veo a un jugador reticente a hacerse historia me empieza a dar mala espina. ¿Acaso no es importante cómo llegó a ser lo que es, con quién ha vivido, qué ha hecho bien, qué ha hecho mal? ¿Cómo esperas ser coherente si no tienes un marco de referencia? Un personaje random es un personaje poco creíble, y un personaje poco creíble arruina el juego a todo el mundo. Además el trasfondo no tiene por qué ser de 43 páginas, normalmente con una hoja puedes haber dicho todo lo que tienes que decir. ¿No puedes llenar medio folio con la historia de tu personaje? Dedícate a otra cosa, porque no creo que el rol sea lo tuyo.
Y por último: piensa en el futuro. No empieces un personaje que "no te convence", porque jugarás incómodo, continuarás incómodo y querrás cambiar a mitad de crónica. Y como máster me jode, sinceramente. Ir probando a ver cuál te gusta mientras se tienen que crear situaciones para tus caprichos no mola nada, en serio.
Y nada más por hoy. Crear un personaje es muy importante, no lo hagáis a la ligera. Y si lo hacéis a la ligera, suerte con el máster; puede cobrarse una justa venganza.
:D
Además, otra de las ventajas de crear un personaje con historia es que así te preocupas de lo que le pase. Ya que hablamos de Vampiros, si te haces el brujah n, te dará igual si le mata un pack del sabbat porque te haces otro y listo. Pero si piensas en él como un viejo rockero (convertido en sus buenos cincuenta años, pero aun em buen estado de forma) que siempre lleva la moto con sidecar que le legó su abuelo y que le salvó la vida en la guerra civil española (moto a la que no deja que nadie se suba sin conocerle), que pasa las noches patrullando el barrio obrero en el que vive para que los niños no sean pasto de los camellos y pederastas (es lo que tiene el gótico punk) y que es un fan obsesivo de "Grateful dead", sí te afectará lo que le pueda ocurrir y tratarás de que no le pase nada como si fuera un amigo tuyo.
ResponderEliminarLa pega es cuando un mal narrador te mata un personaje en el que has puesto tanto cariño a las primeras de cambio por una tontería, pero de eso hablaremos otro día.
Jo, yo me hago clones... En mi caso es que, quiera o no quiera, todos mis personajes acaban sonando a yo mismo, con sus diferencias importantes, claro.
ResponderEliminarCuando a Andrea le dé la gana, tengo muchas ganas de probar a mi Spina, que es radicalmente distinto de todo lo que he hecho <3
Ijon, se nota que lleva usted años en el negocio. Impecable.
ResponderEliminarSilvertongue, nunca es tarde para cambiar. Métele prisa a Andrea y vemos al Spina. Y si no te convence, oye, lo mío no es más que una opinión!