Bueno, se acabó la partida. Después de unas cuantas horas de sesión llega la hora de repartir los polémicos puntos de experiencia.
En algunos juegos es muy sencillo; habéis matado a X, que es un nivel de desafío Y, sois Z jugadores. Pero en otros es mucho más complicado.
En primer lugar, las sugerencias suelen estar basadas en partidas recurrentes. Si juegas cada fin de semana tiene sentido dar un máximo de 5 puntos, pero si juegas una vez al mes los personajes se van a estancar.
En segundo lugar, porque es una práctica "injusta". No todos los jugadores se merecen los mismos puntos. Unos han colaborado más, interpretado mejor y hecho más cosas útiles que otros. Estos jugadores han de ser recompensados con más puntos, para recelo del resto. No obstante, una sencilla explicación de por qué haces lo que haces debería servir de incentivo para los vagos. "Si hago cosas útiles y dejo de tocar las pelotas voy a recibir más experiencia para Protean a 7". No tengas reparos en esto, no tiene que ser democrático. Unos reciben más que otros.
También hay que seguir de cerca los movimientos de los jugadores en la hoja. Lo siento, pero no tiene sentido que aprendas "abrir cerraduras" si no has tocado una en toda la partida. Deberías exigir un poco de roleo por su parte, o al menos una historia de cómo consiguen nuevas habilidades entre partidas. Una muy buena historia puede ser recompensada con aún más puntos.
Hay másters bastante reticentes a dar puntos de experiencia. Si bien es un tira y afloja por ambas partes, no deberías hacer abuso de autoridad y no dar ninguno. A los jugadores les gusta mucho ver que sus personajes tienen nuevas capacidades, y que donde antes tenían miedo ahora pueden imponerse. No les quites esta satisfacción, porque seguramente empezarán a rehuírte. Un máster tacaño con la experiencia se convierte en blanco de ira de todos.
Y nunca te olvides de recompensar lo extremadamente heroico o astuto. Un jugador que propone La Solución debe tener su momento de gloria en la partida y después de ella. Igualmente, un jugador que interprete a su personaje de tal manera que se ponag en peligro "porque es lo que él haría" merece una mención. Pero cuidado, porque hay jugadores que tratan de aprovecharse de esto exponiéndose continuamente al peligro. A éstos, mano dura. No tengas reparos en tirar daño y aplicarlo con dureza. Si pretendía aprovecharse del sistema que sienta todo su peso.
En resumen, los puntos de experiencia no son más que otra herramienta para poner nuevos desafíos y desarrollar nuevas tramas. De ti depende la velocidad a la que quieras que se desarrollen los hechos.
Yo con los puntos de experiencia sí que suelo preferir pecar de ruin que de generoso. Hay juegos en los que importa menos que los Pjs se hagn más y más poderosos, en el Dungeons les sacas bichos más gordos y listo, pero hay juegos como el Vampiro en que enseguida se te van de las manos los Pjs y en relativamente poco tiempo pueden canear a casi cualquier vampiro de la ciudad, que, por mucho que los quieras subir tú, se han quedado estancaditos los pobress.
ResponderEliminar